¿Esto es arte?

El jueves pasado fui a ver la intervención del artista coreano Choi, Jeong Hwa en el MAC del Parque Forestal. Lamentablemente no pude verla en vivo y en directo, pero sí el resultado. Participaron 200 estudiantes de liceos de la región de Coquimbo que ayudaron con los cerca de 3 mil globos que ahora cubren la fachada del museo.

Por lo que sabía de este coreano, desde hace 9 años que trabaja en lugares públicos con la idea de acercar el museo a la gente. Había visto fotos de sus obras y me habían parecido muy interesantes. Después de preguntar y averiguar, me entero de que el artista nunca estuvo. Por alguna u otra razón, Choi, Jeong Hwa se tuvo que ir de Chile la noche anterior a la intervención, dejando instalada sólo la malla de acero delante de la entrada principal. También, que hubo un cambio de telas por globos. Se supone, que la obra iba a ser con telas, como lo ha había hecho en sus creaciones anteriores, pero a último minuto cambió de idea. Al parecer le obsesiona el plástico.

"Todas las personas son artistas" es lo que dice él. Poco le importó irse por que su objetivo siempre fue que los niños crearan la obra. Daba lo mismo cómo. Y parte de su idea fue dejar su obra sin ningún tipo de protección permitiendo que los globos se desinflen, vuelen o simplemente se los roben.

Tengo varias cosas que decir de esto:
Primero que todo, qué obra más fome. Cuando llegamos pensamos que era casi una broma. Después de haber visto los trabajos anteriores del artista, esto de verdad era una basura. Segundo, la frase “todo es arte”, me molesta demasiado. Ahora claro, si yo voy y hago cualquier cosa, ¿también es arte? Tercero, la difusión. Poca gente o nadie sabía de esto. Me enteré la noche anterior por un mail que me llegó. Cuarto, después de mi sorpresa, entramos al MAC para preguntar si de verdad esa era la supuesta intervención, y el recepcionista no nos pudo responder. No sabía de quién estábamos hablando, ni de qué obra. Mi enojo empezaba a evidenciarse. Quinto, cuando salimos, lo primero que vemos es a un señor de aproximadamente 40 años reventando los globitos como si fuera una fiesta de cumpleaños. Después de la cara que le puse, no sé si lo vuelva a hacer. Y por último, en el metro me encuentro con un par de estudiantes llevándose los globos para su casa. En ese momento mi enojo ya se había empezado a manifestar.

¡Qué está pasando! Está bien que a algunas personas no les guste el arte, pero reventar los globos es como mucho. Que el mismo recepcionista del museo no esté informado acerca de las actividades del lugar me parece sorprendente. Y cómo puede ser que no se pueda aprovechar de buena manera la visita de personas que vale la pena conocer, admirar y disfrutar por el trabajo que hacen. Aunque igual me enojé con el coreano.

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